LOS 100 REQUIEM POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO (Devoción Carmelita)






Santa Catalina de Bolonia dejó escrito, que muchas veces se obtiene más fácilmente las gracias que deseamos por medio de las almas buenas que están en el purgatorio, que por la intercesión de los santos.


Para rezar el rosario se puede utilizar un rosario común (dos veces)
Después de la † señal de la cruz e invocando el auxilio del Espíritu Santo para hacer con fruto esta oración:

"Almas santas, almas pacientes, almas cautivas, rogad a Dios por nosotros que nosotros rogamos por vosotras para que el Señor os de Su Gloria.  Amén. 

Padre Eterno, os ofrezo la Sangre, Pasion y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, Los dolores de la Santisima Virgen María y los de San Jose por la remisión de mis pecados, La libertad de las almas del Purgatorio Y por la conversion de los pecadores del mundo entero. 
 Amen.

Un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.

"Dadles, Señor el  descanso eterno y que brille para ellas la luz perpetua" (10 veces)

y así hasta completar 10 decenas (dos rosarios), es decir los 100 Requiem.

SALMO 129.
DE PROFUNDIS

Desde el profundo abismo de miserias en que estoy caído, clamo a Vos, Señor; no seáis, Dios mío, inexorable a mi voz. Dignaos escuchar los ruegos de un infeliz que no tiene otro recurso que vuestra gran misericordia.

Sé, Dios mío, cuán culpable soy a vuestros ojos; mas, si examináis con rigor nuestras iniquidades, ¿quén podrá sufrir vuestros juicios?

Si en nosotros solo encontráis delitos para perdernos, en Vos hallaréis motivos para salvarnos; os impusisteis la ley de no resistir a nuestras lágrimas y esto me obliga, Señor, a esperar confiado en vuestra gran bondad.

Nunca me he olvidado de las promesas del Señor, que me han alentado en lo más fuerte de mis males; he esperado siempre en El.

Así no deje Israel de esperar, pues recibirá por la noche el socorro que haya conseguido por el día.

Porque es infinita la misericordia del Señor, que sabe hallar en los tesoros de su poder remedio para nuestros males.

Y presto redimirá a su pueblo de todas sus miserias e iniquidades.


Dales, Señor, el descanso eterno y luzca para ellas la eterna luz.
Descansen en paz. Amén. 

(50 días tres veces al día, 100 rezándole al toque de la campana)

Gloria al Padre, al Hijo, etc.

V. Dales, Señor el descanso eterno,

R. Ilumínelas la eterna luz.

V. De las puertas del infierno

R. Libra, Señor, sus almas,

V. Descansen en paz.

R. Amén.


HAY INDULGENCIAS PARA EL DE PROFUNDIS seguido del Réquiem aeternam:

El Papa Clemente XII, el 14 de agosto de 1736 concedió 100 días de indulgencia a quienes recen arrodillados y devotamente el De Profundis seguido del Réquiem aeternam y concede Indulgencia Plenaria, a los que la rezaren por un año. El día es a elección de cada cual, confesados y comulgando. Las oraciones se deben realizar al oscurecer.




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