NOVENA VIRGEN DEL MONTE CARMELO


Capilla Maria Desatadora de Nudos Itagüí.
ITAGUI. Calle 83B # 57-16.  Sector Viviendas del Sur.



A los que mueran con el Santo Escapulario y expían en el Purgatorio sus culpas, hará que alcancen la patria celestial a más tardar el sábado siguiente a su muerte.

Mensaje de Jesús:
"Hoy celebráis la advocación de la Virgen del Carmen, esa advocación que durante siglos se viene celebrando. 
Acercaos a Ella y veneradla en esta antigua advocación y que tantas gracias tiene para quien la vive. 

Revestíos de su Santo Escapulario e imponédselo a vuestros pequeños, para que desde la infancia sean preservados del mal.

 Les dais a los pequeños muchas bobadas que no tienen valor alguno y le priváis de valores eternos. 

Preocuparos más de sus almas y no de sus caprichos o deseos tontos, porque estáis haciendo de vuestros pequeños personas que nunca sabrán soportar una tribulación, puesto que ahora de pequeños se lo solucionáis todo y consentís todos sus caprichos. 

Los niños deben de jugar sí, pero también debéis darles disciplina o cuando sean adolescentes no podréis gobernarlos. 

Yo, Jesús, os hablo y os instruyo".


EL PRIVILEGIO SABATINO:
La Virgen apareció al Papa Juan XXII, en el año 1314, e hizo una promesa a los que llevaren el Escapulario del Carmen, diciéndole:

"Los que, además de vestir el Escapulario, guarden castidad según su estado, ( en la viudez; en el matrimonio fidelidad y en el celibato castidad virginal) recen diariamente una devoción en mi honor, (el Santo Rosario, Liturgia de las horas o el Oficio Parvo), o guarden abstinencia los miércoles y sábados, yo les prometo liberar del Purgatorio cada sábado, a los que ahí hallare."

Es una indulgencia concedida por la Iglesia para obtener pronta liberación del Purgatorio, gracias a la intercesión de Nuestra Señora principalmente los sábados.

El Escapulario es un signo de su consagración a María... símbolo de la protección de la Madre de Dios a sus devotos .

El escapulario es un sacramental.
Un sacramental es un objeto religioso que la Iglesia haya aprobado como signo que nos ayuda a vivir santamente y a aumentar nuestra devoción. Los sacramentales deben mover nuestros corazones a renunciar a todo pecado, incluso al venial.

En momentos de tentación, tomamos el escapulario en nuestras manos e invocamos la asistencia de la Madre, resueltos a ser fieles al Señor. Ella nos dirige hacia el Sagrado Corazón de su Hijo Divino y el demonio es forzado a retroceder vencido.

Se puede ganar indulgencia plenaria:

1.- El día que se inscribe en la Cofradía.
2.- En la Solemnidad de la Sma. Virgen del Carmen, el 16 de julio.
3.- En la festividad de San Simón Stock, el 16 de mayo.
4.- En la festividad de San Elías, Profeta, el 20 de julio.
5.- En la festividad de Santa Teresa de Jesús, el 15 de octubre.
6.- En la festividad de San Juan de la Cruz, el 14 de diciembre.
7.- En la festividad de Sta. Teresita del Niño Jesús, el 1 de octubre.
8.- En la festividad de Todos los Santos de la Orden, el 14 de noviembre.

La Santísima Virgen se apareció al Papa Juan XXII en el siglo XIV y le prometió para quienes cumplieran los requisitos de esta devoción que "como Madre de Misericordia con mis ruegos, oraciones, méritos y protección especial, les ayudaré para que, libres cuanto antes de sus penas, (...) sean trasladadas sus almas a la bienaventuranza".

-En 1950 Papa Pío XII escribió acerca del escapulario: "que sea tu signo de consagración al Inmaculado Corazón de María, lo cual estamos particularmente necesitando en estos tiempos tan peligrosos"
En las palabras del Papa vemos cada vez mas que la devoción a la Virgen del Carmen es devoción a la Inmaculada.

Rezaba así San Simón Stock cada día pidiendo por su Orden:

"Flor del Carmelo
Viña floridal esplendor del cielo;
Virgen fecunda y singular;
oh Madre dulce
de varón no conocida;
a los carmelitas,
proteja tu nombre,
estrella del mar.

Amó tanto a María que se le conoce con el apelativo de "el Amado de María".

La estrella del Mar y los Carmelitas
Los marineros, antes de la edad de la electrónica, dependían de las estrellas para marcar su rumbo en el inmenso océano.

La Virgen María quien como, estrella del mar, nos guía por las aguas difíciles de la vida hacia el puerto seguro que es Cristo.

Por la invasión de los sarracenos, los Carmelitas se vieron obligados a abandonar el Monte Carmelo. Una antigua tradición nos dice que antes de partir se les apareció la Virgen mientras cantaban el Salve Regina y ella prometió ser para ellos su Estrella del Mar.

Por ese bello nombre conocían también a la Virgen porque el Monte Carmelo se alza como una estrella junto al mar.

ELIAS ORA PARA QUE LLUEVA 1 Reyes 18

41 Después Elías dijo a Ahab:
—Vete a comer y beber, porque ya se oye el ruido del aguacero.
42 Ahab se fue a comer y beber. Pero Elías subió a lo alto del monte Carmelo y, arrodillándose en el suelo, se inclinó hasta poner la cara entre las rodillas, 43 dijo a su criado:
—Ve y mira hacia el mar.
Él fue y miró, y luego dijo:
—No hay nada.
Pero Elías le ordenó:
—Vuelve siete veces.
44 La séptima vez el criado dijo:
—¡Allá, subiendo del mar, se ve una nubecita del tamaño de una mano!

PALABRAS DEL NIÑO JESUS A SOR LUCIA:

"Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre que está cubierto de espinas, que los hombres ingratos le clavan sin cesar; sin que haga nadie un acto de reparación por arrancárselas".
Inmediatamente dijo la Santísima Virgen:
"Mira, hija mía, mi Corazón cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan sin cesar con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos procura consolarme; y di a todos que:
A TODOS LOS QUE, DURANTE CINCO MESES CONSECUTIVOS EN EL PRIMER SÁBADO DEL MES
- SE CONFIESEN,
- RECIBAN LA SAGRADA COMUNIÓN,
- RECEN EL ROSARIO,
- ME HAGAN QUINCE MINUTOS DE COMPAÑIA, MEDITANDO EN LOS QUINCE MISTERIOS DEL ROSARIO CON EL FIN DE DEAGRAVIARME POR LOS PECADOS CONTRA MI INMACULADO CORAZON.
- LES PROMETO ASISTIR EN LA HORA DE SU MUERTE CON TODAS LAS GRACIAS NECESARIAS PARA SU SALVACION".


NOVENA A LA VIRGEN DEL CARMEN

Por la señal, etc.

ACTO DE CONTRICIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Dios mío y Señor mío, postrado delante de vuestra Majestad Soberana, con todo mi ser, con toda mi alma y todo mi corazón te adoro, confieso, bendigo, alabo y glorifico. A ti te reconozco por mi Dios y mi Señor; en Ti creo, en Ti espero y en Ti confío me has de perdonar mis culpas, y dar tu gracia y perseverancia en ella, y la gloria que tienes ofrecida a los que perseveran en tu amor. A Ti amo sobre todas las cosas. A Ti confieso mi suma ingratitud y todas mis culpas y pecados, de todo lo cual me arrepiento y te pido me concedas benignamente el perdón. Pésame, Dios mío, de haberos ofendido, por ser Vos quien sois. Propongo firmemente, ayudado con vuestra divina gracia, nunca más pecar, apartarme de las ocasiones de ofenderos, confesarme, satisfacer por mis culpas y procurar en todo serviros y agradaros. Perdóname, Señor, para que con alma limpia y pura alabe a la santísima Virgen, Madre vuestra y Señora mía, y alcance por su poderosa intercesión la gracia especial que en este Novena pido, si ha de ser para mayor honra y gloria vuestra, y provecho de mi alma. Amén.


ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Oh Virgen María, Madre de Dios y Madre también de los pecadores, y especial Protectora de los que visten tu sagrado Escapulario; por lo que su divina Majestad te engrandeció, escogiéndote para verdadera Madre suya, te suplico me alcances de tu querido Hijo el perdón de mis pecados, la enmienda de mi vida, la salvación de mi alma, el remedio de mis necesidades, el consuelo de mis aflicciones y la gracia especial que pido en esta Novena, si conviene para su mayor honra y gloria, y bien de mi alma: que yo, Señora, para conseguirlo me valgo de vuestra intercesión poderosa, y quisiera tener el espíritu de todos los ángeles, santos y justos a fin de poder alabarte dignamente; y uniendo mis voces con sus afectos, te saludo una y mil veces, diciendo: (rezar tres avemarías)

Rezar a continuación la oración del día que corresponda:

DÍA PRIMERO

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. ¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que fuiste figurada en aquella nubecilla que el gran Profeta de Dios, Elías, vio levantarse del Mar, y con su lluvia fecundó copiosamente la tierra, significando la purísima fecundidad con que diste al mundo a tu querido Hijo Jesús, para remedio universal de nuestras almas: te ruego, Señora, me alcances de su majestad copiosas lluvias de auxilios, para que mi alma lleve abundantes frutos de virtudes y buenas obras, a fin de que sirviéndole con perfección en esta, vida, merezca gozarle en la eterna. Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo: Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, etc.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena. Terminar con la oración final.

DÍA SEGUNDO

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. ¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que por tu singular amor a los Carmelitas los favoreciste con tu familiar trato y dulces coloquios, alumbrándolos con las luces de tu enseñanza y ejemplo de que dichosamente gozaron. Te ruego, Señora, me asistas con especial protección, alcanzándome de tu bendito Hijo Jesús luz para conocer su infinita bondad y amarle con toda mi alma; para conocer mis culpas y llorarlas para saber como debo comportarme a fin de servirle con toda perfección; y para que mi trato y conversación sean siempre para su mayor honra y gloria y edificación de mis prójimos. Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo: Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, etc.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena. Terminar con la oración final.

DÍA TERCERO

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. ¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que te dignaste admitir con singular amor el obsequio filial de los Carmelitas, que entre todos los mortales fueron los primeros que en tu honor edificaron un templo en el Monte Carmelo, donde concurrían fervorosos a darte culto y alabanza. Te ruego, Señora, me alcances sea mi alma templo vivo de la Majestad de Dios, adornado de todas las virtudes, donde El habite siempre amado, adorado y alabado por mi, sin que jamás le ocupen los afectos desordenados de lo temporal y terreno. Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo: Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, etc.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena. Terminar con la oración final.

DÍA CUARTO

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. ¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que para mostrar tu especialísimo amor a los Carmelitas les honraste con el dulce nombre de hijos y hermanos tuyos, alentando con tan singular favor su confianza, para buscar en ti, como en amorosa Madre, el remedio, el consuelo y el amparo en todas sus necesidades y aflicciones, moviéndoles a la imitación de tus excelsas virtudes. Te ruego, Señora, me mires, como amorosa Madre y me alcances la gracia de imitarte, de modo que dignamente pueda yo ser llamado también hijo tuyo, y que mi nombre sea inscrito en el libro de la predestinación de los hijos de Dios y hermanos de mi Señor Jesucristo. Así Señora, te lo suplico humildemente, diciendo: Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, etc.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena. Terminar con la oración final

DÍA QUINTO

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. ¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que para defender a los Carmelitas, tus hijos, cuando se intentaba extinguir la sagrada Religión del Carmen, mostrando siempre el amor y singular predilección con que los amparas, mandaste al Sumo Pontífice, Honorio III, los recibiese benignamente y confirmase su instituto, dándole por señal de que esta era tu voluntad y la de tu divino Hijo, la repentina muerte de dos que especialmente la contradecían. Te ruego, Señora, me defiendas de todos mis enemigos de alma y cuerpo, para que con quietud y paz viva siempre en el santo servicio de Dios y tuyo. Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo: Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, etc.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena. Terminar con la oración final.

SEXTO DÍA
Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. ¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que para señalar a los Carmelitas por especiales hijos tuyos, los enriqueciste con la singular prenda del santo escapulario, vinculando en él tantas gracias y favores para con los que devotamente lo visten y cumpliendo con sus obligaciones, procuran vivir de manera que imitando tus virtudes, muestran que son tus hijos. Te ruego, Señora, me alcances la gracia de vivir siempre como verdadero cristiano y cofrade amante del santo escapulario, a fin de que merezca lograr los frutos de esta hermosa devoción. Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo: Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, etc.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena. Terminar con la oración final.

DÍA SÉPTIMO

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. ¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que en tu santo Escapulario diste a los que devotamente lo visten, un firmísimo escudo para defenderse de todos los peligros de este mundo y de las asechanzas del demonio, acreditando esta verdad con tantos y tan singulares milagros. Te ruego, Señora, que seas mi defensa poderosa en esta vida mortal, para que en todas las tribulaciones y peligros encuentre la seguridad, y en las tentaciones salga con victoria, logrando siempre tu especial asistencia para conseguirlo. Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo: Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, etc.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena. Terminar con la oración final.

DÍA OCTAVO

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. ¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que ejerces tu especial protección en la hora de la muerte para con los que devotamente visten tu santo escapulario, a fin de que logren por medio de la verdadera penitencia salir de esta vida en gracia de Dios y librarse de las penas del infierno. Te ruego, Señora, me asistas, ampares y consueles en la hora de mi muerte, y me alcances verdadera penitencia, perfecta contrición de todos mis pecados, encendido amor de Dios y ardiente deseo de verle y gozarle, para que mi alma no se pierda ni condene, sino que vaya segura a la felicidad eterna de la gloria. Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo: Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, etc.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena. Terminar con la oración final.

DÍA NOVENO

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. ¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que extendiendo tu amor hacia los Carmelitas, aún después de la muerte, como piadosísima Madre de los que visten tu santo escapulario consuelas sus almas, cuando están en el Purgatorio, y con tus ruegos consigues salgan cuanto antes de aquellas penas, para ir a gozar de Dios, nuestro Señor, en la gloria. Te ruego, Señora, me alcances de su divina Majestad cumpla yo con las obligaciones de cristiano y la devoción del santo escapulario, de modo que logre este singularísimo favor. Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo: Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, etc.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena. Terminar con la oración final.

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

Virgen santísima del Carmen; yo deseo que todos sin excepción se cobijen bajo la sombra protectora de tu santo Escapulario, que todos estén unidos a Ti, Madre mía, por los estrechos y amorosos lazos de esta tu querida Insignia. ¡Oh hermosura del Carmelo! Míranos postrados reverentes ante tu sagrada imagen, y concédenos benigna tu amorosa protección. Te recomiendo las necesidades de nuestro Santísimo Padre, el Papa, y las de la Iglesia Católica, nuestra Madre, así como las de mi nación y las de todo el mundo, las mías propias y las de mis parientes y amigos. Mira con ojos de compasión a tantos pobres pecadores, herejes y cismáticos como ofenden a tu divino Hijo, y a tantos infieles como gimen en las tinieblas del paganismo. Que todos se conviertan y te amen, Madre mía, como yo deseo amarte ahora y por toda la eternidad. Así sea.

GOZOS

Pues sois de nuestro consuelo
el medio más poderoso,
sed nuestro amparo amoroso
Madre del Dios del Carmelo.


Desde que en la nubecilla,
que sin mancha os figuró,
de Virgen Madre adoró
Elías la maravilla,
a vuestro culto capilla
erigió en primer modelo.
Sed nuestro amparo amoroso
Madre del Dios del Carmelo.

Tan primeros para vos
los hijos de Elías fueron
que por timbre merecieron
ser “de la Madre de Dios”.
Título es este que Dios
les dio a su heredado anhelo.
Sed nuestro amparo amoroso
Madre del Dios del Carmelo.

Por ello vos honras tantas,
Señora, al Carmelo hicisteis
que, viviendo, le asististeis
mil veces con vuestras plantas;
con vuestras palabras santas
doblaste su antiguo celo.
Sed nuestro amparo amoroso
Madre del Dios del Carmelo.

Del Carmelo descendieron
de Elías los seguidores
y en la Iglesia coadjutores
de los apóstoles fueron;
del evangelio esparcieron
la verdad por todo el suelo.
Sed nuestro amparo amoroso
Madre del Dios del Carmelo.


A San Simón, general,
el escapulario disteis;
insignia que nos pusisteis
de hijos como señal,
contra el incendio infernal
es defensivo consuelo.
Sed nuestro amparo amoroso
Madre de Dios del Carmelo.


Quien bien viviere y muriere
con tal señal, es notorio
que, por vos, del Purgatorio
saldrá presto, si allá fuere.
Por tu patrocinio espere
tomar a la Gloria el vuelo.
Sed nuestro amparo amoroso
Madre de Dios del Carmelo.

Vuestro escapulario santo
escudo es tan verdadero,
que no hay plomo ni hay acero
del que reciba quebranto;
Puede, aunque es de lana, tanto
que vence al fuego y al hielo.
Sed nuestro amparo amoroso
Madre de Dios del Carmelo.

Flores de vuestro Carmelo
son la variedad de santos,
profetas, mártires tantos,
vírgenes y confesores,
pontífices y doctores,
que hacen vuestro Monte Cielo.
Sed nuestro amparo amoroso
Madre de Dios del Carmelo.

Dando culto a vuestro honor
durará siempre el Carmelo,
porque así lo alcanzó el celo
de Elías, su fundador:
cuando Cristo, en el Tabor,
mostró su gloria sin velo.
Sed nuestro amparo amoroso
Madre de Dios del Carmelo.

Oh Virgen del Carmen, Madre de Dios y de los pecadores, especial protectora de los que visten tu sagrado escapulario, te suplico por lo que Dios te ha engrandecido, escogiéndote para verdadera Madre suya, que me alcances de tu querido hijo Jesús, el perdón de mis pecados, la enmienda de mi vida y la salvación de mi alma. Amén.

Señor, Dios nuestro, que llamaste a San Simón Stock a servirte en la familia de los Hermanos de Santa María del Monte Carmelo; concédenos, por su intercesión, vivir como él entregados siempre a tu servicio y cooperar a la salvación de los hombres. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario