CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA DEL SEÑOR, NOVENA Y PROMESAS



                

ORAD CON MI ROSARIO DE LA MISERICORDIA Y ENTREGADME VUESTRO ÁRBOL GENEALÓGICO PATERNO Y MATERNO, PARA IR LIBERÁNDOLO DE LAS MALDICIONES Y ATADURAS ANCESTRALES QUE OS TIENEN ATADOS A VOSOTROS Y A VUESTRAS GENERACIONES, MATERIAL, SOCIAL Y ESPIRITUALMENTE!

SEPTIEMBRE 19 2021 - 3:00 P.M.

LLAMADO DE JESÚS DE LA MISERICORDIA A SU PUEBLO FIEL.

MENSAJE A ENOCH. PARROQUIA CORPUS CHRISTI CALI - COLOMBIA

Mi Paz sea con vosotros, Hijos míos

Los días de purificación se irán intensificando y ningún mortal estará exento; la purificación será más fuerte para todos AQUELLOS QUE NO HAN LIBERADO  SU ÁRBOL GENEALÓGICO, porque todas las cargas de maldiciones y pecados ancestrales, van a hacer liberadas y purificadas en todo mortal. 

Vuestro árbol genealógico en la purificación será liberado para que todas las generaciones pasadas, presentes y futuras en vosotros, queden libres de las cargas intergenéricas; acordaos que en los Nuevos Cielos y en la Nueva Tierra, no entrará mancha alguna de pecado. 

Por eso, debéis de orar desde ahora por vuestros antepasados, ofreciendo por ellos oraciones, ayunos, penitencias y Santas Misas, para que cuando lleguen los días de la gran purificación estéis libres de las cargas ancestrales y no tengáis que sufrir este duro proceso de liberación.

Hay millones de almas de vuestros familiares difuntos y antepasados, que no han podido liberarse, y se hallan atadas espiritualmente por la falta de oración de sus familiares en este mundo. 

El Cielo Hijos míos, necesita liberar estas almas que andan errantes por este mundo o suspendidas en el espacio, y que esperan de vuestras oraciones, ayunos, penitencias, santas misas y demás sacrificios y ofrecimientos que hagáis por ellas, para liberarse y poder encontrar la Luz, que las guíe a la eternidad.

 Necesito pues que ORÉIS POR  VUESTRO ÁRBOL GENEALÓGICO PATERNO y MATERNO, porque es urgente liberar estas almas para que vuestra purificación no sea muy dolorosa. 

Os recuerdo: Lleváis a Dios en vuestro corazón y a vuestros antepasados en los huesos: por eso, es urgente la liberación de vuestro árbol genealógico para que vuestros antepasados y vosotros quedéis libres y así, las generaciones futuras sean fruto agradable a los ojos de mi Padre. Las almas que no han podido encontrar la Luz de Dios, necesitan ser liberadas para ser juzgadas y llevadas al lugar que les corresponde en la eternidad

ORAD CON MI ROSARIO DE LA MISERICORDIA y ENTREGADME VUESTRO ÁRBOL GENEALÓGICO PATERNO y MATERNO, para ir LIBERÁNDOLO de las MALDICIONES y ATADURAS ANCESTRALES, que os tienen también atados a vosotros y a vuestras generaciones, material, social y espiritualmente. 

HAY GENERACIONES ENTERAS QUE NACEN y MUEREN en la RUINA POR LAS MALDICIONES de OCULTISMO que llevan GRABADAS en su SANGRE; 

hay generaciones que les cuesta perdonar porque tienen maldiciones de resentimiento en su línea genética;

 otras, traen maldiciones en los matrimonios que terminan por separarse. 

Con esto QUIERO DECIROS, QUE TODOS LOS OBSTÁCULOS y BARRERAS QUE no DEJAN PROGRESAR MATERIAL, SOCIAL y ESPIRITUALMENTE a las GENERACIONES, tienen como RAÍZ el campo INTERGENERACIONAL.

Acordaos que mi Padre, os creó sanos y os bendijo para que habitárais la tierra y fuérais prósperos; pero el pecado y el alejamiento de Dios son los culpables de todas vuestras desgracias e infortunios y esto ha pasado de generación en generación, sin que haya sido liberado; ES POR LAS MALDICIONES INTERGENERACIONALES QUE LA BENDICIÓN DE DIOS NO OS LLEGA, porque está atada por los pecados de vuestros antepasados. 

Liberad pues mis pequeños vuestro árbol genealógico paterno y materno, para que seáis sanos y prósperos.

Os bendigo: En el Nombre de mi Padre. En mi Nombre y en el Nombre del Santo Espíritu. 

Quedad en mi Paz

Vuestro Maestro, Jesús de la Infinita Misericordia

Dad hijos míos a conocer los mensajes de salvación, a toda la humanidad

CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA

                                       Padre Nuestro, Avemaría, y Credo.

(Decir 1 vez) "Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, 
la Sangre, el Alma y la Divinidad 
de Tu Amadísimo Hijo,
Nuestro Señor Jesucristo,
como propiciación  de nuestros 
pecados y los del mundo entero." 


Decir 10 veces: "Por Su dolorosa Pasión,
ten misericordia de nosotros
y del mundo entero."

(Decir 1 vez) "Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, 
la Sangre, el Alma y la Divinidad 
de Tu Amadísimo Hijo,
Nuestro Señor Jesucristo,
como propiciación  de nuestros 
pecados y los del mundo entero." 


Decir 10 veces: "Por Su dolorosa Pasión,
ten misericordia de nosotros
y del mundo entero."

(Decir 1 vez) "Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, 
la Sangre, el Alma y la Divinidad 
de Tu Amadísimo Hijo,
Nuestro Señor Jesucristo,
como propiciación  de nuestros 
pecados y los del mundo entero." 


Decir 10 veces: "Por Su dolorosa Pasión,
ten misericordia de nosotros
y del mundo entero."

(Decir 1 vez) "Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, 
la Sangre, el Alma y la Divinidad 
de Tu Amadísimo Hijo,
Nuestro Señor Jesucristo,
como propiciación  de nuestros 
pecados y los del mundo entero." 


Decir 10 veces: "Por Su dolorosa Pasión,
ten misericordia de nosotros
y del mundo entero."

(Decir 1 vez) "Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, 
la Sangre, el Alma y la Divinidad 
de Tu Amadísimo Hijo,
Nuestro Señor Jesucristo,
como propiciación  de nuestros 
pecados y los del mundo entero." 


Decir 10 veces: "Por Su dolorosa Pasión,
ten misericordia de nosotros
y del mundo entero."


+ "Santo Dios, Santo Fuerte, 
+ Santo Inmortal, ten piedad de 
+ nosotros y del mundo entero."

+ "Santo Dios, Santo Fuerte, 
+ Santo Inmortal, ten piedad de 
+ nosotros y del mundo entero."

+ "Santo Dios, Santo Fuerte, 
+ Santo Inmortal, ten piedad de 
+ nosotros y del mundo entero."

Oh, Sangre y Agua que brotaste del Sagrado Corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros: En Tí confío."

Oh, Sangre y Agua que brotaste del Sagrado Corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros: En Tí confío."

Oh, Sangre y Agua que brotaste del Sagrado Corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros: En Tí confío."


"Oh Dios Eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros Tu mirada bondadosa y aumenta Tu misericordia en nosotros, para que en momentos difíciles no nos desesperemos ni nos desalentemos, sino que, con gran confianza, nos sometamos a Tu santa voluntad, que es el Amor y la Misericordia Mismos. Amén" 


SUPLICA AL SEÑOR DE LA MISERICORDIA

Oh Misericordia infinita de mi creador que me habéis tolerado hasta aquí, no me abandonéis. Por mi salud eterna estáis en esa Cruz. Todas vuestras sacratísimas llagas están brotando Misericordia. Boca adorable de mi Salvador, no me condenéis; divinas manos de quien tengo todo lo que soy, no me destruyáis. permitid Señor que yo adore esos pies tan celosos en buscarme y en solicitarme. Corazón siempre dispuesto a recibir al pecador, recibid mis humildes suspiros, escondedme en ese asilo inviolable en el día de vuestra cólera. Haced que vuestra Sangre Misericordiosa caiga sobre mí, para que lave mis pecados. Amén.


CORONILLA DE LA MISERICORDIA CANTADA


PROMESAS DE NUESTRO SEÑOR  A QUIEN RECE LA CORONILLA



En revelaciones a Santa Faustina Kowalska (Polonia 1931-1938), Jesús hizo promesas extraordinarias, que quedan expresadas en el Diario de la Santa:

A quienes veneren la Imagen de la Divina Misericordia:

"Yo prometo al alma que venere esta Imagen que no perecerá. También prometo, ya aquí en la tierra, la victoria sobre los enemigos y, sobre todo, a la hora de la muerte. Yo, el Señor, la protegeré como a Mi propia Gloria” (Diario, 48)

“Por medio de esta imagen colmaré a las almas con muchas gracias, por eso que cada alma tenga acceso a ella” (Diario, 570)

“Ofrezco a los hombres un recipiente con el que han de venir a la Fuente de la Misericordia para recoger gracias. Ese recipiente es esta imagen con la firma: Jesús en Ti confío”(Diario, 327)

“Estos rayos protegen a las almas de la indignación de Mi padre. Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos, porque no le alcanzará la justa mano de Dios” (Diario, 299)

Jesús dijo que preservaría a las ciudades y casas en las cuales se encontrase esta Imagen. (Nota: Las importantes poblaciones de Cracovia y Vilna, donde estaba establecida esta devoción, fueron preservadas de la destrucción casi total de Polonia en la Segunda guerra mundial.)



A las almas que Confían:

“El alma que confía en Mi misericordia es la más felíz porque yo tengo cuidado de ella” (Diario, 1273)

“Las gracias de Mi misericordia se toman con un solo recipiente y éste es la confianza. Cuanto más confíe un alma, tanto más recibirá. Las almas que confían sin límites son Mi gran consuelo, porque en tales almas vierto todos los tesoros de Mis gracias. Me alegro que pidan mucho porque Mi deseo es dar mucho, muchísimo”(Diario, 1578)

“ He abierto Mi corazón como una fuente viva de misericordia. Que todas las almas tomen vida de ella. Que se acerquen con gran confianza a este mar de misericordia. Los pecadores obtendrán la justificación y los justos serán fortalecidos en el bien. Al que haya depositado su confianza en Mi misericordia, en la hora de la muerte le colmaré el alma con Mi paz divina” (Dario, 1520)

“Ningún alma que ha invocado Mi misericordia ha quedado decepcionada ni ha sentido confusión. Me complazco particularmente en el alma que confía en Mi bondad.” (Diario, 1541)

“Quien confía en mi misericordia no perecerá porque todos sus asuntos son Míos y los enemigos se estrellarán a los pies de Mi escabel” (Diario, 723)


A quienes propaguen la Divina Misericordia:

"A las almas que propagan la devoción a Mi misericordia, las protejo durante toda su vida como una madre cariñosa a su niño recién nacido y a la hora de la muerte no seré para ellas el Juez, sino el Salvador Misericordioso" (Diario, 1075)

“...a todos los que proclamen esta gran misericordia Mía. Yo mismo los defenderé en la hora de la muerte como Mi gloria aunque los pecados de las almas sean negros como la noche” (Diario, 379)

“ Todas las almas que Adoren Mi misericordia y propaguen la devoción invitando a otras almas a confiar en Mi misericordia no experimentarán terror en la hora de la muerte. Mi misericordia las protegerá en ese último combate” (Diario, 1540).



A quienes recen a la hora de la misericordia (3:00 pm):

" En esta hora nada le será negado al alma que lo pida por los méritos de Mi Pasión..."(Diario, 1320)

“En esa hora puedes obtener todo lo que pides para ti y para los demás. En esa hora se estableció la gracia para el mundo entero: la misericordia triunfó sobre la justicia” (Diario, 1572)


A quienes recen la Coronilla a la Divina Misericordia:

"Defenderé como Mi gloria a cada alma que rece esta coronilla en la hora de la muerte, o cuando los demás la recen junto al agonizante, quienes obtendrán el mismo perdón. Cuando cerca de un agonizante es rezada esta Coronilla, se aplaca la ira divina y la insondable Misericordia envuelve al alma y se conmueven las entrañas de Mi Misericordia por la dolorosa Pasión de Mi Hijo" (Diario, 811)

“Cuando recen esta coronilla junto a los moribundos, Me pondré entre el Padre y el alma agonizante no como el Juez justo sino como el Salvador Misericordioso.” (Diario, 1541)

"Reza incesantemente esta Coronilla que te he enseñado. Quienquiera que la rece recibirá gran Misericordia a la hora de la muerte. Los sacerdotes se la recomendarán a los pecadores como la última tabla de salvación"(Diario, 687)

“Cuando la recen los pecadores empedernidos, colmaré sus almas de paz y la hora de su muerte será feliz.”(Diario, 1541)

"A través de ella obtendrás todo, si lo que pides está de acuerdo con Mi Voluntad." (Diario, 1731)



A quienes recen la Novena a la Divina Misericordia:

“Durante este novenario concederé a las almas toda clase de gracias” (Diario, 796)


A los sacerdotes:

“Diles a mis sacerdotes que los pecadores más empedernidos se ablandarán bajo sus palabras cuando ellos hablen de Mi misericordia insondable, de la compasión que tengo por ellos en Mi Corazón. A los sacerdotes que proclamen y alaben Mi misericordia, les daré una fuerza prodigiosa y ungiré sus palabras y sacudiré los corazones a los cuales hablen” (Diario, 1521)

Para los pecadores:

“Cuando reces esta oración con corazón contrito y con fe por algún pecador, le concederé la gracia de la conversión. Esta oración es la siguiente:
Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús como una fuente de Misericordia para nosotros, en Ti Confío"

En La Fiesta de la Divina Misericordia, segundo Domingo de Pascua (Domingo posterior al de Resurrección):“Di a las almas que les doy Mi misericordia como defensa, lucho por ellas Yo solo y soporto la justa ira de Mi padre.., esta Fiesta ha brotado de las entrañas de Mi misericordia para el consuelo del mundo entero” (Diario, 1517)

“..refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores. El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de la penas.. Que ningún alma tenga miedo de acercarse a Mi, aunque sus pecados sean como escarlata. La humanidad no conocerá la paz hasta que no se dirija a la fuente de Mi misericordia” (Diario, 699)

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                                        NOVENA A LA DIVINA MISERICORDIA

La novena a la Divina Misericordia comienza el Viernes Santo.


CELEBRACIÓN DE LA FIESTA DE LA MISERICORDIA

El Señor Jesús desea que ese día la imagen de la Misericordia sea bendecida solemnemente y venerada en público, es decir, litúrgicamente; que los sacerdotes hablen a las almas de esta inmensa e insondable misericordia de Dios.

Los fieles, para recibir estos grandes dones con los cuales el Señor Jesús desea colmar a cada hombre y a toda la humanidad, tienen que estar en el estado de la gracia santificante (después de confesarse), cumplir las condiciones de la devoción a la Divina Misericordia, es decir, confiar en Dios y amar activamente al prójimo, y beber de la Fuente de Vida, es decir, recibir la santa Comunión.

De acuerdo con el deseo del Señor Jesús, la fiesta ha de celebrarse el primer domingo después de Pascua, lo que indica una estrecha relación que hay entre el misterio de redención y esta fiesta. La liturgia de ese día alaba con la máxima plenitud a Dios en el misterio de su misericordia.



PRIMER DÍA

Hoy, tráeme a toda la humanidad y especialmente a todos los pecadores, y sumérgelos en el mar de mi misericordia. De esta forma, me consolarás de la amarga tristeza en que me sume la pérdida de las almas.

Jesús misericordiosísimo, cuya naturaleza es la de tener compasión de nosotros y de perdonarnos, no mires nuestros pecados, sino la confianza que depositamos en tu bondad infinita. Acógenos en la morada de tu compasivísimo Corazón y nunca los dejes escapar de él. Te lo suplicamos por tu amor que te une al Padre y al Espíritu Santo.

Padre Eterno, mira con misericordia a toda la humanidad y especialmente a los pobres pecadores que están encerrados en el compasivísimo Corazón de Jesús y por su dolorosa pasión muéstranos tu misericordia para que alabemos la omnipotencia de tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.


SEGUNDO DÍA

Hoy, tráeme a las almas de los sacerdotes y los religiosos, y sumérgelas en mi misericordia insondable. Fueron ellas las que me dieron fortaleza para soportar mi amarga pasión. A través de ellas, como a través de canales, mi misericordia fluye hacia la humanidad.

Jesús misericordiosísimo, de quien procede todo bien, aumenta tu gracia en nosotros para que realicemos dignas obras de misericordia, de manera que todos aquellos que nos vean, glorifiquen al Padre de misericordia que está en el cielo.

Padre eterno, mira con misericordia al grupo elegido de tu viña, a las almas de los sacerdotes y a las almas de los religiosos; otórgales el poder de tu bendición. Por el amor del Corazón de tu Hijo, en el cual están encerradas, concédeles el poder de tu luz para que puedan guiar a otros en el camino de la salvación y a una sola voz canten alabanzas a tu misericordia sin límite por los siglos de los siglos. Amén.


TERCER DÍA

Hoy, tráeme a todas las almas devotas y fieles, y sumérgelas en el mar de mi misericordia. Estas almas me consolaron a lo largo del vía crucis. Fueron una gota de consuelo en medio de un mar de amargura.

Jesús misericordiosísimo, que desde el tesoro de tu misericordia les concedas a todos tus gracias en gran abundancia, acógenos en la morada de tu compasivísimo Corazón y nunca nos dejes escapar de él. Te lo suplicamos por el inconcebible amor tuyo con que tu Corazón arde por el Padre celestial.

Padre Eterno, mira con misericordia a las almas fieles como herencia de tu Hijo y por su dolorosa pasión, concédeles tu bendición y rodéalas con tu protección constante para que no pierdan el amor y el tesoro de la santa fe, sino que con toda la legión de los ángeles y los santos, glorifiquen tu infinita misericordia por los siglos de los siglos. Amén.


CUARTO DÍA

Hoy, tráeme a aquellos que no creen en Dios y aquellos que todavía no me conocen. También pensaba en ellos durante mi amarga pasión y su futuro celo consoló mi Corazón. Sumérgelos en el mar de mi misericordia.

Jesús compasivísimo, que eres la luz del mundo entero. Acoge en la morada de tu piadosísimo Corazón a las almas de aquellos que no creen en Dios y de aquellos que todavía no te conocen, pero que están encerrados en el compasivísimo Corazón de Jesús. Atráelas hacia la luz del Evangelio. Estas almas desconocen la gran felicidad que es amarte. Concédeles que también ellas ensalcen la generosidad de tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.


QUINTO DÍA

Hoy, tráeme a las almas de los hermanos separados y sumérgelas en el mar de mi misericordia. Durante mi amarga pasión, desgarraron mi cuerpo y mi Corazón, es decir, mi Iglesia. Según regresan a la Iglesia, mis llagas cicatrizan y de este modo alivian mi pasión.

Jesús misericordiosísimo que eres la bondad misma, tú no niegas la luz a quienes te la piden. Acoge en la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas de nuestros hermanos separados y llévalas con tu luz a la unidad con la Iglesia y no las dejes escapar de la morada de tu compasivísimo Corazón sino haz que también ellas glorifiquen la generosidad de tu misericordia.

Padre eterno, mira con misericordia a las almas de nuestros hermanos separados, especialmente a aquellos que han malgastado tus bendiciones y han abusado de tus gracias por persistir obstinadamente en sus errores. No mires sus errores, sino el amor de tu Hijo y su amarga pasión que sufrió por ellos, ya que también ellos están encerrados en el compasivísimo Corazón de Jesús. Haz que también ellos glorifiquen tu gran misericordia por los siglos de los siglos. Amén.


SEXTO DÍA

Hoy, tráeme a las almas mansas y humildes y las almas de los niños pequeños y sumérgelas en mi misericordia. Estas son las almas más semejantes a mi Corazón. Ellas me fortalecieron durante mi amarga agonía. Las veía como ángeles terrestres que velarían al pie de mis altares. Sobre ellas derramo torrentes enteros de gracias. Solamente el alma humilde es capaz de recibir mi gracia; concedo mi confianza a las almas humildes.

Jesús misericordiosísimo, tú mismo has dicho: Aprended de mí que soy manso y humilde de Corazón. Acoge en la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas mansas y humildes y a las almas de los niños pequeños. Estas almas llevan a todo el cielo al éxtasis y son las preferidas del Padre celestial. Son un ramillete perfumado ante el trono de Dios, de cuyo perfume se deleita Dios mismo. Estas almas tienen una morada permanente en tu compasivísimo Corazón y cantan sin cesar un himno de amor y misericordia por la eternidad.

Padre eterno, mira con misericordia a las almas de los niños pequeños que están encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Estas almas son las más semejantes a tu Hijo. Su fragancia asciende desde la tierra y alcanza tu trono. Padre de misericordia y de toda bondad, te suplico por el amor que tienes por estas almas y el gozo que te proporcionan.

Bendice al mundo entero para que todas las almas canten juntas las alabanzas de tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.


SÉPTIMO DÍA

Hoy, tráeme a las almas que veneran y glorifican mi misericordia de modo especial y sumérgelas en mi misericordia. Estas almas son las que más lamentaron mi pasión y penetraron más profundamente en mi Espíritu. Ellas son un reflejo viviente de mi Corazón compasivo. Estas almas resplandecerán con una luz especial en la vida futura. Ninguna de ellas irá al fuego del infierno. Defenderé de modo especial a cada una en la hora de la muerte.

Jesús misericordiosísimo, cuyo Corazón es el amor mismo, acoge en la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas que veneran y ensalzan de modo particular la grandeza de tu misericordia. Estas almas son fuertes con el poder de Dios mismo. En medio de toda clase de aflicciones y adversidades siguen adelante confiadas en tu misericordia y unidas a ti, ellas cargan sobre sus hombros a toda la humanidad. Esta almas no serán juzgadas severamente, sino que tu misericordia las envolverá en la hora de la muerte.

Padre eterno, mira con misericordia a aquellas almas que glorifican y veneran tu mayor atributo, es decir, tu misericordia insondable y que están encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Estas almas son un Evangelio viviente, sus manos están llenas de obras de misericordia y sus corazones desbordantes de gozo cantan a ti, oh Altísimo, un canto de misericordia. Te suplico, oh Dios, muéstrales tu misericordia según la esperanza y la confianza que han puesto en ti. Que se cumpla en ellas la promesa de Jesús quien les dijo que: a las almas que veneren esta infinita misericordia mía, yo mismo las defenderé como mi gloria durante sus vidas y especialmente en la hora de la muerte.


OCTAVO DÍA

Hoy, tráeme a las almas que están en la cárcel del purgatorio y sumérgelas en el abismo de mi misericordia. Que los torrentes de mi sangre refresquen el ardor del purgatorio. Todas estas almas son muy amadas por mí. Ellas cumplen con el justo castigo que se debe a mi justicia. Está en tu poder llevarles el alivio. Haz uso de todas las indulgencias del tesoro de mi Iglesia y ofrécelas en su nombre. Oh, si conocieras los tormentos que ellas sufren ofrecerías continuamente por ellas las limosnas del espíritu y saldarías las deudas que tienen con mi justicia.

Jesús misericordiosísimo, tú mismo has dicho que deseas la misericordia, he aquí que yo llevo a la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas del purgatorio, almas que te son muy queridas, pero que deben pagar su culpa adecuada a tu justicia. Que los torrentes de sangre y agua que brotaron de tu Corazón, apaguen el fuego del purgatorio para que también allí sea glorificado el poder de tu misericordia.

Padre eterno, mira con misericordia a las almas que sufren en el purgatorio y que están encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Te suplico por la dolorosa pasión de Jesús, tu Hijo, y por toda la amargura con la cual su sacratísima alma fue inundada, muestra tu misericordia a las almas que están bajo tu justo escrutinio. No las mires sino a través de las heridas de Jesús, tu amadísimo Hijo, ya que creemos que tu bondad y tu compasión no tienen límites. Amén.


NOVENO DÍA

Hoy, tráeme a las almas tibias y sumérgelas en el abismo de mi misericordia. Estas almas son las que más dolorosamente hieren mi Corazón. A causa de las almas tibias, mi alma experimentó la más intensa repugnancia en el Huerto de los Olivos. A causa de ellas dije: Padre, aleja de mí este cáliz, si es tu voluntad. Para ellas, la última tabla de salvación consiste en recurrir a mi misericordia.

Jesús misericordiosísimo, que eres la compasión misma, te traigo a las almas tibias a la morada de tu piadosísimo Corazón. Que estas almas heladas que se parecen a cadáveres y te llenan de gran repugnancia se calienten con el fuego de tu amor puro. Oh Jesús compasivísimo, ejercita la omnipotencia de tu misericordia y atráelas al mismo ardor de tu amor y concédeles el amor santo, porque tú lo puedes todo.

Padre eterno, mira con misericordia a las almas tibias que, sin embargo, están encerradas en el piadosísimo Corazón de Jesús. Padre de la misericordia, te suplico por la amarga pasión de tu Hijo y por su agonía de tres horas en la cruz, permite que también ellas glorifiquen el abismo de tu misericordia. Amén. (1209-1229)



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