lunes, 7 de diciembre de 2020

DÍA Y HORA DE GRACIA: DICIEMBRE 8 A LAS 12:00 M.. LO QUE PIDE NUESTRA MADRE PARA LA HORA DE LA GRACIA:


 LO QUE PIDE NUESTRA MADRE PARA LA HORA DE LA GRACIA:

Día y Hora de Gracia: Diciembre 8 A LAS 12:00 M, Fiesta de la Inmaculada Concepción.
Se empezará a las 12 del mediodía REZANDO 3 VECES EL SALMO 51 CON LOS BRAZOS EXTENDIDOS y continuará hasta la 1:00 p.m. EN ORACIÓN, YA SEA ASISTIENDO A LA MISA DEL MEDIO DIA O MEDITANDO LA PASION DE CRISTO QUE PUEDE SER REZANDO EL SANTO VIACRUCIS, EL SANTO ROSARIO, etc. Pidiendo por la conversion de los pecadores.
"La hora de gracia será un acontecimiento de numerosas y
grandes conversiones, almas totalmente endurecidas en el mal y frías como este mármol, tocados por la divina gracia volverán a ser amantes y fieles a Dios".
Durante esta hora, bien sea en casa o en la iglesia, se evitarán toda clase de distracciones (no conteste el teléfono ni la puerta, ni haga nada, sino concéntrense totalmente en su unión con Dios.
Durante esta especial Hora de Gracia.
La Santísima Virgen María ha pedido que Su mensaje sea conocido en el mundo entero. Ayudemos a la Sma. Virgen María a cumplir su misión: que todas las almas se acerquen a Dios y se salven
"Mediante esta devoción se alcanzarán muchas
gracias para el alma y el cuerpo. Nuestro Señor, mi Divino Hijo Jesús, concederá copiosamente su misericordia, mientras los buenos recen por sus hermanos que permanecen en el pecado.
Quien no puede ir a la iglesia que sea en su casa al mediodía y
conseguirá mis gracias."
SALMO 51 (50) MISERERE.
CONFESIÓN DE LOS PECADOS Y SUPLICA DE PERDON
(Rezarlo 3 veces con los brazos abiertos a las 12:00 M el 8 de Dic.)
Tenme piedad, oh Dios, según tu amor,
por tu inmensa ternura borra mi delito,
lávame a fondo de mi culpa,
y de mi pecado purifícame.
Pues mi delito yo lo reconozco,
mi pecado sin cesar está ante mí;
contra Ti, contra Ti solo he pecado,
lo malo a tus ojos cometí.
Por que aparezca tu justicia cuando hablas
y tu victoria cuando juzgas.
Mira que en la culpa ya nací,
pecador me concibió mi madre.
Mas Tú amas la verdad en lo íntimo del ser,
y en lo secreto me enseñas la sabiduría.
Rocíame con el hisopo, y seré limpio,
lávame, y quedaré más blanco que la nieve.
Devuélveme el son del gozo y la algría,
exulten los huesos que machacaste Tú.
Retira tu faz de mis pecados,
borra todas mis culpas.
Crea en mí, oh Dios, un puro corazón,
un espíritu dentro de mí renueva;
no me rechaces lejos de tu rostro,
no retires de mí tu santo espíritu.
Vuélveme la alegría de tu salvación,
y en espíritu generoso afiánzame;
enseñaré a los rebeldes tus caminos,
y los pecadores volverán a Ti.
Líbrame de la sangre, Dios, Dios de mi salvación,
y aclamará mi lengua tu justicia;
abre, Señor, mis labios,
y publicará mi boca tu alabanza.
Pues no te agrada el sacrificio,
si ofrezco un holocausto no lo aceptas.
El sacrificio a Dios es un espíritu contrito;
un corazón contrito y humillado, oh Dios, no lo desprecias.
¡Favorece a Sión en tu benevolencia,
reconstruye las murallas de Jerusalén!
Etonces te agradarán los sacrificios justos,
--holocausto y oblación entera--
se ofrecerán entonces sobre tu altar novillos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
y por los siglos de los siglos.
Amén.
+++
Con la confianza de haber obtenido de Tu infinita Misericordia el perdón por mis innumerables culpas, ofensas y negligencias ME PERMITO, OH JESÚS, PEDIRTE PERDÓN TAMBIÉN POR MIS HERMANOS. PIENSO EN LOS INNUMERABLES PECADOS QUE SE COMETEN EN EL MUNDO DÍA A DÍA:
pecados de los individuos y de las naciones, pecados de los súbditos y de los gobernantes; pecados de orgullo, de sensualidad y de codicia; pecados de pensamiento, de palabra, de obras y de omisión.
Por todos estos pecados y por los pobres infelices que los cometen, me atrevo a pedir, oh Jesús, la efusión de Tu infinita misericordia. Son los pecados los que Te hicieron agonizar en el Huerto de los Olivos y sumergieron Tu alma santísima en un mar de tristeza.
No olvides, oh Jesús, que libremente quisiste cargar con ellos; que has querido "hacerte pecado", para borrar los nuestros; no olvides, oh Jesús, que Te ofreciste a la ira del Padre, para rescatar a Tus hermanos culpables.
Oh Jesús, Te ruego renueves Tu ofrecimiento al Padre, presentándole nuevamente Tus llagas; muéstrale las espinas, los flagelos y los clavos que traspasaron tus carnes; pero, especialmente, hazle ver Tu Corazón herido y rebosante de amor por El y por nosotros, y pide Su perdón.
Recuerda, oh Jesús, que mayor que todas nuestras culpas es Tu misericordia. Viértela, oh Jesús, sobre el mundo culpable. Busca las ovejas que se alejaron de Tu redil y muéstrales cuán grande es la potencia de Tu amor de Salvador.
Y ya que Tu Corazón está herido por las culpas de los más íntimos, para los que renuevan el beso de Judas o la negación de Pedro, también para ellos, oh Jesús, invoco Tu perdón.
Que ninguno de ellos cumpla el gesto desesperado de Judas, sino que Tu gracia los induzca, como a Pedro, a una reparación de amor.

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